Rechazo informado

En el Uruguay, nos metieron la vacuna de tecnología de avanzada ARN mensajero. Apenas concebida que hizo su camino a través del hombro hacia el hígado, el corazón, el aparato genital, el cerebro. Bien metida, a 9 de cada 10 personas, niños y embarazadas incluidos. Las decisiones de campaña vacunal escaparon a la democracia. Fueron secretas, entre fabricante y presidente. El presidente además derogó la constitución para limitar la libertad de reunión, y de acceso a servicios públicos,  y creó así un coral con salida por el vacunatorio. Todo rápido, en la urgencia.

Pero ahora, con calma, pregunto: ¿En su opinión, cuál es la precondición necesaria para estudiar los efectos secundarios a dos años de una vacuna de tecnología absolutamente nueva contra el COVID?
(a) realizar un ensayo clínico que dure dos años
(b) declarar que aplica el secreto de estado a todos los resultados de cualquier ensayo durante un período de 75 años
(c) mejor no averiguarlos y vender el producto estipulando que se derarrolló rápidamente y no se conocen ni su eficacia ni sus efectos secundarios.

Si contestó (a), usted es mejor epidemiologo que cualquier integrante del grupo asesor científico honorario y  que el presidente.
Al grupo asesor (b) le pareció suficiente, y al presidente, no le tembló la mano cuando firmó la compra que incluía el párrafo (c).
El tiempo no se puede comprimir. Fuimos los conejillos de Indias en un ensayo salvaje del cual el protocolo tenía una sola regla: la vacuna es voluntaria, no se puede culpar a nadie si destruye nuestra salud. Esta regla, la nombraron por escrito "texto de acuerdo", pero la presentaron en el discurso como "consentimiento informado".

Hicieron un paso más en dirección de la prepotencia. Inventaron una discriminación binaria entre :
- pro salud publica (corresponde a quien se vacuna para no transmitir la infección, terminar la epidemia y así evitar el contagio de los viejos)
- antivax conspiranoico.
O el uno o el otro. La mejor forma de quedar descalificado es la segunda opción. Inventaron una ciencia justificatoria de este nuevo apartheid, que llamaron "infodemic". Si quiere ver de que se trata, puede visitar los sitios de la OMS y de la OPS. No facilito los enlaces. No merece. A groso modo, aprendiendo de la pandemia pasada, es estratégicamente importante para ellos organizar fuerzas de censura y educación que congela el debate científico y lo reemplaza por mantras. Es un trabajo a priori, en preparación para la pandemia siguiente, para que la difusión de la próxima vacuna sea más universal y el escepticismo controlado. Es pura mercadotecnia, aplicable a cualquier producto vendible, independientemente de sus calidades o defectos. 

Este método no se parece al del "consentimiento informado", sabiduría definida a la salida de la segunda guerra mundial en el marco del juicio de Nürnberg. Según la doctrina del  consentimiento informado, cada uno puede rechazar o consentir, luego de que se le brindará toda la información que necesite para decidirse, y sin que hubiese ningún engaño o disimulación en el proceso. La posibilidad de pasar al "sí" sigue permanentemente abierta durante la evaluación de los beneficios en contra balanza de los riesgos. Lo razonable es informarse mejor, desde la variedad de fuentes la más amplia posible, dedicando todo el tiempo necesario.

El parlamento uruguayo post pandemia decidió no perder tiempo formando una comisión investigadora sobre la crisis COVID. Campo baldío entonces para que construyamos la biblioteca, en un ánimo de solidaridad ciudadana. Nos pareció que hacía falta documentación organizada, en español si posible, específicamente sobre el abuso de la tecnología ARNm en productos de salud y el consentimiento informado. Es el propósito del presente sitio web, que obra en complemento de los excelentes:
- https://www.ls.uy/
- https://www.youtube.com/@NOmasMENTIRAS2025
- https://extramurosrevista.com/

En el mensajero.info trabajaremos sobre 3 frentes:
- un blog de actualidad sobre vacunas ARN mensajero y consentimiento informado, principalmente en el Uruguay.
- una biblioteca para hacer memoria y guardar documentos de referencia
- la redacción de un certificado/declaración de fe, al cual podrá suscribir quienes quiera oficializar sus motivos para rechazar una vacuna ARN mensajero en base a un credo profundamente meditado en forma comunitaria. Pondremos a disposición de los suscriptores un registro oficial. Del cual tal vez derive, en una segunda etapa, una asociación civil de carácter religioso, ecuménica, abierta también a los ateos y agnósticos, para que cualquiera en el Uruguay pueda oficializar su rechazo a las vacunas ARNm por motivo de fe.  Además, la asociación podría ser persona jurídica para defender nuestros derechos constitucionales. 

Adherimos, al igual que el Estado uruguayo a la "Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos" de la Unesco en 2005, en particular los artículos 3.2, 6.1, 6.3, 11, 18, 19, 20 y 28.